miércoles, 1 de mayo de 2019

Consejos para familias con hijos e hijas con rabietas


1-Cuando la niña se enfade o tenga una rabieta (puede incluir o no agresión a la otra persona), intentar no ponernos también agresivos o a la defensiva. No debemos olvidarnos que los padres y madres somos el primer modelo a seguir que tienen nuestros hijos e hijas. No podemos enseñarle que no es bueno enfadarse de manera agresiva si nosotros reaccionamos así de forma verbal y física. Si les gritamos, se pondrán más nerviosos, no le ayudará a relajarse.

2-Es bueno intentar que se relaje. Si no logramos calmarlo con abrazos y aguantando sus manos si intenta pegarnos, lo llevaremos a una habitación durante cinco minutos. Esperar a que el llanto se reduzca y decirle "no voy a hacerte ni caso hasta que me hables sin gritar ni enfadarse, sino tranquila, y dejes de llorar", "cuando estés más tranquila, hablamos". Es posible que no haya dejado de llorar, pero al menos la rabieta se habrá pasado. Ya está más tranquila, así que hablaremos con ella. No debemos intentar forzar razonar con él cuando está en una rabieta porque en ese momento es incapaz de escuchar con atención.

3-Al hablar con ella, intentar ponerse bajo su piel. Aunque es una niña pequeña, es capaz de expresar emociones. Intentar entender el motivo de su rabieta y responderle: "Entiendo que estés así, yo lo estaría si fuera una niña, pero...", "Entiendo que te hayas enfadado, pero no puedes pegarnos ni gritarnos ni insultarnos porque nos haces mucho daño y nos ponemos muy tristes". No se trata de ceder, sino de saber explicar nuestra postura de manera empática. Si a pesar de todo insiste, aplicar la técnica del disco rayado, donde continuamente le digamos los motivos por los que rechazamos su petición, aunque podemos intentar buscar soluciones. Por ejemplo, supongamos que quiere comer pizza y hay lentejas, y se niega a comerlas. En vez de decirle "cómete las lentejas ya", decirle "mañana podemos comer pizza por la noche, pero hoy comeremos lentejas porque tienes que comer de todo para estar fuerte, y si no lo haces, no podrás mañana comer pizza". Es decir, es saber decirles que no pero acompañarlo con un "podrás hacerlo más tarde...", "en otro momento lo haremos...", "mañana sí...", "no puedes coger eso pero sí otras cosas...". Otras: En vez de decirle "no puedes hacer eso, ahora tienes que...", decir "me parece muy bien, mañana o luego lo haremos porque ahora tenemos que...". Es fundamental intentar negociar con ella y llegar a acuerdos, pero deben ser cumplidos. No se debe ceder para que se calme, sino reforzaremos que siga empleando la rabieta. Se debe ser empático, pero a la vez firmes, y recordar nuestra decisión.

4-Si sus padres o abuelos sienten que se van a poner muy nerviosos y que van a estallar, aplicarse el "tiempo muerto". Es decir, irse a otra habitación a relajarse, y cuando nos encontremos más relajados pues saldremos e intervenimos. Es importante no enfadarnos, es decir, no mostrarnos agresivos ni a nivel físico ni verbal. Es importante evitar recurrir a los gritos, insultos, azotes, etc. Si nos ponemos muy nerviosos, le pediremos disculpas, le daremos un abrazo y un beso, y le diremos que no volverá a ocurrir y que ella también debe controlarse y que seguiréis intentándolo.

5-Cuando termine la rabieta, no echarle en cara nada ni recordar lo que pasó antes. Es importante que ahora se esté tranquilo.

Otras ideas importantes a tener en cuenta son las siguientes:

1-Como siempre, es importante establecer una serie de normas en casa. Deben ser pocas pero claras y firmes. Muchas normas sería muy agobiante para una niña, y no logrará recordarlas. Es importante explicarle esas normas y dejarlas claras. Si las incumple, deberá asumir las consecuencias pactadas. En ningún momento debemos ceder y bajar la guardia. Si no, jamás se tomará en serio las normas.

2-Para que esté más relajada, sería bueno buscar ratos libres donde todos/as puedan jugar con ella, sobre todo jugar a juegos que impliquen movimiento. Ese videojuego de baile al que juega con su hermano es una buena opción.

3-Recordemos que es solo una niña. Tiene su propia forma de ver las cosas y de percibir el mundo. Aunque a nosotros nos parezca una tontería lo que diga, o pensemos que está siendo egoísta y demasiado caprichosa, es como ella siente las cosas. Tiene ideas sobre lo que es justo e injusto, y propias de niñas de su edad. Es por ello que puede cometer los mismos errores o tener las mismas rabietas, pero con el tiempo irá aprendiendo.

4-Podría ser interesante que ganase algo de auto-control. Por ejemplo, podemos dejarle que tome algunas decisiones personales, como escoger la camisa que se pondrá para ir al colegio, y que un día a la semana escoja el postre que desee (es un ejemplo, luego hay que adaptarlo a otros casos).

5-Para prevenir una rabieta producida por el hecho de que se le obliga a interrumpir una actividad que le gustaba hacer, intentar avisarle con 10 minutos de antelación que debe ir terminando. Por ejemplo, está jugando con sus muñecas y se encuentra muy a gusto. Si dentro de poco hay que ir a comer, avisarle con 10 minutos de antelación que debe ir terminando de jugar con las muñecas. Al menos le da tiempo a terminar de jugar de manera relajada que si se le interrumpe de golpe para que deje de jugar al instante.

6-Proponerle retos que estén relacionados con conseguir llevar a cabo una conducta, para así intentar motivarla.