lunes, 12 de septiembre de 2016

La soledad del investigador

Realizar tareas de investigación puede ser una apasionante aventura. Además de todo lo que puedas aprender a diario, también puedes descubrir nuevas relaciones entre ideas y conocimientos, nuevas teorías, nuevas posibles líneas de investigación o incluso transformar la realidad a partir de lo que hayas investigado. Pero por muy apasionante que sea, no quiere decir que esto sea sencillo de hacer. Y uno de los aspectos que pueden influir en el rendimiento del investigador, concretamente del que se está formando, es la soledad. Sobre todo vamos a hablar de aquellos doctorandos que se forman a distancia, sea porque viven en un país diferente o porque, debido a razones de trabajo o económicas, no pueden acudir a las clases de las actividades formativas.

Todo el proceso que conlleva la realización de una Tesis Doctoral es duro en todas sus fases: La revisión bibliográfica (puedes llegar a tener que leer más de 300 fuentes del mismo tema, y muchas de ellas repitiendo muchos ideas, lo cual puede resultar agotador y desanimante), plantear adecuadamente la metodología de investigación que sea la más adecuada para los objetivos que te planteas con tu investigación (hay muchas técnicas y enfoques, pero no todas son adecuadas para conseguir tus propósitos, en algunas ocasiones el enfoque cuantitativo puede ser útil pero en otros requieres de utilizar técnicas más etnográficas), diseñar los instrumentos (es difícil crear instrumentos fiables y válidos, que recojan la información más significativa para tu investigación), validar los instrumentos (en una anterior entrada, donde hablaba sobre las dificultades de los doctorandos noveles, ya expuse las dificultades de conseguir a expertos que pudieran ayudarte en esta tarea, debido a las numerosas tareas que deben hacer y que les cuesta encontrar hueco para ayudarte), motivar a la muestra de participantes a implicarse en el estudio (si pasas cuestionarios, lo ideal es reunirlos a todos, porque si no, debes estar detrás de ellos y algunos pueden pasar de hacerlo por falta de tiempo o por no valorar lo que estás haciendo, pero muchas veces cuesta reunirlos a todos por diferentes motivos), redactar artículos sobre tus avances (en un Doctorado se exigen que sean revistas bien posicionadas en los rankings SJR para que te los validen, y son revistas que habitualmente rechazan el 80% de las propuestas que reciben porque solamente quieren lo mejor para mantenerse en esos rankings), analizar los datos (en las actividades formativas no te preparan para todo lo que puedas necesitar hacer, sea en técnicas cuantitativas como para las cualitativas, así que requieres de formarte más por tu cuenta y requerir la ayuda constante de tu Director/a de Tesis), escribir la Tesis (la media es de 250-500 páginas en una Tesis Doctoral del área de Ciencias Sociales, 100 en las de ciencias puras o de la salud, y 800 o más en una de Humanidades, lo cual es un trabajo serio y no es fácil integrar todas las fuentes consultadas en un texto original y con las citas realizadas correctamente),...y así un largo etcétera. La Tesis Doctoral es un gran trabajo individual que se realiza, de investigación, cuando lo habitual es que el trabajo de investigación siempre se realice en equipo. ¿Y qué sucede con los que nos formamos a distancia?

Los que nos formamos a distancia, aunque contemos con las nuevas tecnologías, nos falta el afecto o el calor de tener a compañeros con los que trabajar. Es cierto que el Director de Tesis siempre estará disponible y nos ayudará en todo lo que necesitemos, incluso a animarnos en los momentos de bloqueo, pero no es lo mismo el contacto por correo electrónico o por teléfono, que si lo tienes enfrente tuya, o en los tiempos anteriores cuando formabas parte del grupo de investigación e incluso, con suerte, podías trabajar junto a ellos mientras desarrollabas tu tesis, e ibas con regularidad (o incluso todos o casi todos los días) a la facultad a trabajar. Es cierto que cuentas con una plataforma donde realizas las actividades formativas y tienes a compañeros en ella, y a través de los foros podemos contactar, pero, ¡somos tantos ahora haciendo Doctorado! Cuesta mucho empatizar o socializar cuando tanta gente participa en los foros para preguntar dudas continuas, y te agobian tantos mensajes en los foros. Porque en una misma actividad formativa puede haber estudiantes de cualquier año del programa, teniendo en cuenta que los que lo están haciendo a tiempo parcial (como es mi caso) pueden estar hasta 5 años o más si han solicitado alguna prórroga. La cuestión es que nos pasamos demasiado tiempo trabajando encerrados en un despacho y/o en la biblioteca, sin nadie con quien compartir los avances, dificultades o frustraciones en persona, o con quien interactuar y compartir ideas o soluciones.

Dicho esto, ¿cómo podríamos intentar resolver o suavizar los síntomas de esta soledad?

  1. Asistir, en la medida de lo posible, a los congresos y jornadas que podamos, y que sean presenciales. Ahí podemos conocer a gente de nuestra área de investigación y poder socializar e intercambiar experiencias. Además, si hay tiempo y es un lugar que no conoces, en los ratos libres puedes aprovechar para hacer algo de turismo y probar nuevos platos, contando además con que habitualmente se suelen programar actividades culturales para los congresistas. Si estás a tiempo completo y no te coinciden con clases en actividades formativas, es lo ideal, aunque si trabajas es cierto que estás más limitado.
  2. Crear un blog donde publiques un diario (aunque sea semanal) con una entrada explicando tus avances, o reflexiones en relación a los contenidos que estás trabajando. Es bueno compartir tus conocimientos y experiencias investigadoras, y difundir tus entradas en tus redes sociales. Puedes también unirte a grupos de redes sociales como Linkedin de tu sector para lo mismo, aunque es cierto que esta red social últimamente está perdiendo peso y que ahora Facebook vuelve a ganarle terreno junto a Google+. Otros, los que son menos tímidos, pueden llegar a crearse un canal en Youtube y subir vídeos con esos contenidos, aunque es cierto que puede llegar a ser menos visible debido a lo saturado que está Youtube y que no siempre podemos ver vídeos en cualquier sitio, al contrario que leer, que no molesta a nadie.
  3. No dediques todas tus horas libres a la Tesis Doctoral. Es bueno tener aficiones complementarias que te permitan desconectar y desahogarte. Puedes hacer deporte o incluso formar parte de alguna asociación sin ánimo de lucro que desarrolle actividades de voluntariado social, que te permita además relacionarte con otras personas. Cualquier actividad que te permita relacionarte y disfrutar. Y si tampoco eres muy sociable a pesar de todo y no te estimula todo esto, pues puedes hacer cualquier actividad complementaria como pintar, componer música, dibujar historietas, escribir poesías, etc., y compartirlos con otros.
  4. Date un día de descanso, a ser posible los domingos, o los sábados. Si estamos trabajando, es normal que tengamos que hacer uso de los fines de semana para poder llevar todo al día. Si puedes permitírtelo (depende de cada caso), puedes escoger uno de los dos días para hacer una actividad diferente. Desde ir a la playa, o a un balneario, o a hacer senderismo, o hacer turismo rural, o incluso irse a un pequeño hotel a tener una noche romántica con tu pareja, si la tienes. No vayas solo, precisamente la idea es combatir, también, la soledad que a veces sentimos. Es bueno encontrar a alguien con quien desahogarnos, y que no sea a través de WhatsApp o de Facebook, sino en persona.
  5. Aunque no pertenezcáis a la misma rama de Educación (aunque seáis del mismo Programa de Doctorado), intentad hacer "piña" todos. Intenta crear foros de chistes, o de debate, para intentar socializar y desahogaros entre todos. El profesorado también puede participar, por supuesto. A lo mejor así os ayuda a que no os encontréis tan solos.
Bueno, son algunas reflexiones, la cuestión es seguir trabajando y luchando contra todas las adversidades. Investigar es duro, sobre todo porque no todo depende de ti, tienes que manejar muchas variables externas que a veces se te escapan de tu control, porque dependes de la implicación de muchos terceros para que todo salga adelante (el director/a de Tesis Doctoral, en su caso el codirector/a, los participantes de la población objeto de estudio, los expertos que te ayudan a validar los instrumentos que empleas, etc.). Hay que intentar pensar que hacemos esto porque nos hace ilusión, y que cuando terminemos, estaremos muy orgullosos del trabajo que hemos hecho y de lo que hemos aportado al conocimiento científico y a la sociedad en general (depende de la difusión que hagamos posteriormente). Como diría el youtuber JPelirrojo: ¡Ve a por ello! Os dejo su canción para que os entonéis un poco.


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