viernes, 11 de marzo de 2016

¿Cuál debe ser la finalidad de la investigación en educación?

Hace unos días, en el diario "El Mundo" se publicó un artículo sobre el aumento de tesis doctorales defendidas en los últimos meses, donde en los últimos seis meses se han defendido, aproximadamente, casi 20.000 tesis doctorales. ¿Por qué se debe esto? Para muchos, en febrero de este mes terminaba el plazo para defender su Tesis Doctoral, ya que tras la publicación del Real Decreto de 2011 en el cual se publicaban el nuevo plan de estudios de los programas de Doctorado siguiendo las características del Plan Bolonia, se les daba cinco años de plazo a los doctorandos del antiguo plan de estudios para que terminaran su tesis doctoral, desde que la empezaron (supongo, ya que en mi clase hay muchos que proceden del plan de estudios antiguo). En el actual plan de estudios, los doctorandos a tiempo completo tienen un plazo de 3 años para hacerla (inclusive diseñar el plan de investigación con el marco teórico y demás), y los que escogen la modalidad a tiempo parcial (gente que trabaja a la vez, como es mi caso, o porque a lo mejor a la vez estudia otras cosas como un Máster, hay de todo) tiene un plazo de 5 años. Pueden solicitar una prórroga, de 2 años en el primero y 3 en el segundo. Aún así, a raíz de lo que he estado comprobando durante este tiempo y he hablado con otras personas, junto con lecturas como las del artículo que he enlazado:
  • ¿Cuál debe ser la finalidad de la investigación en educación? ¿Solamente seguir construyendo el conocimiento científico que rodea al área de la educación, en todas sus especialidades, o también debe intentar apostar por la mejora?
  • ¿Se puede hacer una tesis doctoral de calidad en solo 3 años? ¿Se ha devaluado últimamente el doctorado?
Se dice que, debido a la crisis económica, el número de jóvenes que deciden continuar sus estudios universitarios matriculándose en un programa de Doctorado ha aumentado de forma progresiva, sobre todo en las áreas de Humanidades y de Ciencias Sociales. Esta área, debido a que el número de salidas profesionales y la demanda en el mercado laboral en nuestro país está más limitada, muchos intentan seguir estudiando para ver si existe alguna posibilidad de entrar en la universidad a trabajar. Un inconveniente que encontramos aquí es el siguiente: ¿Existen en todos una vocación por la profesión de investigador? Antes solamente un grupo selecto de personas realizaban la tesis doctoral, y habitualmente todos sentían vocación (siempre habrá excepciones). Y si no existe vocación, ¿surgirán ideas de proyectos que valgan la pena, en el sentido de que aporten algo nuevo a la comunidad científica y ayuden a progresar a la sociedad? Para hablar de esto, voy a centrarme en la rama de Educación, que es la mía.

¿Cómo deberían ser las tesis doctorales en educación? Se dice que al investigador solamente le interesa el conocimiento, y no tanto la mejora, cuya labor ya pertenecería a los profesionales de la educación que ejercen (orientadores, educadores sociales, maestros, etc.). Que el investigador aporta la teoría, y luego los profesionales la adaptan a la práctica educativa y al contexto en el que ejercen. De ahí a que se acuse siempre a la universidad española de ser muy teórica, y que los nuevos graduados se quejen de que estén desorientados a la hora de ejercer. Y con esto planteo lo siguiente: ¿Existe alguna manera de resolver esto? ¿De conectar las políticas educativas con la investigación? Personalmente, creo que se debería investigar siempre con el fin de mejorar directamente. Hay muchos proyectos de investigación y estudios que le dan muchas vueltas a las mismas ideas, y que finalmente se quedan en el papel. Yo creo que deberíamos intentar hacer un esfuerzo y plantear proyectos destinados a investigar y seguir construyendo el conocimiento científico, por supuestísimo (es la esencia de la investigación), pero además luego intentando llevar a la práctica, dentro del mismo proyecto, aquellas teorías que estemos investigando, las relaciones entre esas variables, a partir de medidas que reflejen, en su fundamentación teórica, todo ese conocimiento científico que hemos estudiado, e intentemos influir en un contexto concreto. Es evidente que no vamos a cambiar nuestro mundo con nuestra tesis doctoral, pero sí podemos intentar influir en un contexto, y luego esos resultados pueden difundirse, sobre todo entre los centros de profesores y centros regionales de innovación y formación, entre otras posibilidades. Esos resultados, puestos en práctica, ayudan a descubrir nuevos factores, dar mayor sentido a la teoría y convencer a los demás (sobre todo a los llamados "antipedagogos", que hace poco volvió a salir un debate sobre ello), y ayudan a que la gente valore más las tesis doctorales y los doctorados en sí, que últimamente muchos consideran que la calidad está disminuyendo (más con las nuevas medidas) y que se está devaluando, más aún en España que tiene poca trascendencia fuera de la Universidad.

Para ello, no debería haber límites de tiempo. El doctorando debería tener libertad para realizar su trabajo de investigación el tiempo que necesite, apostando siempre por la calidad. De nada sirve exportar muchas tesis doctorales si luego no son trascendentes, o no aportan nada nuevo y relevante (de hecho, muchos acusan de que muchas tesis son muy "localistas") para el desarrollo, en este caso, del mundo de la educación. Con una tesis doctoral puede cambiarse un contexto, mejorar resultados, y poco a poco puede transferirse a otros contextos, o incluso cambiar la legislación educativa. Dejemos que los doctorandos planteen sus propias propuestas y no les pongamos trabas (otra cosa es que la metodología esté mal planteada, o el marco teórico de referencia sea escaso, eso ya es diferente) por temor a que pueda ser muy arriesgado o complejo. Si la tesis se convierte en un "trámite", al final la devaluaremos aún más. Y dejar el tiempo que necesiten, que disfruten la tesis. Precisamente una tesis doctoral tiene más sentido cuando la aplicamos al contexto de nuestro trabajo, si es que ejercemos. ¿Por qué no desarrollar una tesis bajo nuestro trabajo como orientador, para ayudar a mejorar la práctica de nuestra profesión, de forma directa? (además de que ayude a mejorar nuestro desarrollo profesional).

Son algunas reflexiones. La cuestión es que, además de que la investigación educativa ayude a seguir construyendo el conocimiento científico, la práctica educativa se mejore y ayude a mejorar a algunos contextos educativos. Llamándote este blog "Investigación en educación", venía a cuento hablar de este tema ahora y reflexionar sobre ello.

martes, 1 de marzo de 2016

Fichas para trabajar algunas competencia básicas

Este mes os adjunto una serie de fichas de trabajo que en su día elaboré para el área de Alternativa a la Religión, cuando existía. Tomé la decisión de enfocar el área al desarrollo de las competencias básicas, planteando tareas específicas que permitían desarrollar cada competencia básica. Era un buen complemento a las tareas realizadas en las otras áreas. En este caso, se elaboraron para 4º de Educación Primaria.