miércoles, 1 de enero de 2020

Pautas generales dirigidas a las familias para trabajar con niños con problemas de conducta e hiperactividad


1-Debemos tener en cuenta que cada niño/a tiene su propia personalidad, con sus virtudes y sus aspectos a mejorar. Valorar a nuestros hijos más por sus cualidades positivas y mostrarles afecto y atención, y dad tiempo a que poco a poco progrese.

2-Cuando vuestro hijo lleve a cabo una conducta positiva, debéis alabarle. Reforzar su conducta con felicitaciones, abrazos y elogios, evitando siempre regalarle objetos materiales.

3-En ningún momento debéis atacar a vuestro hijo. No echadle en cara hechos del pasado ni tampoco insultarle. No emplear respuestas como: “¡Pero si es que estás atontado! ¡Siempre estás igual! ¡Eres un borrico! ¡No tienes remedio!”, etc. En su lugar, intentaremos ayudarle a que piense sobre lo que ha hecho y le explicaremos cuál sería la conducta deseable, intentando siempre hacer un ejercicio de empatía: “Entiendo cómo te sientes, pero no me parece bien lo que acabas de hacer ahora. Creo que deberías...”.

4-Alabar siempre sus progresos y sus esfuerzos. Es importante para lograr que tenga un autoestima positiva y sana.

5-Intentar ayudarle a que entienda las reacciones y comportamientos de los demás, y que entienda por qué un determinado comportamiento suyo no ha sido correcto. Centrarse más en las conductas presentes, no echar en cara hechos del pasado.

6-En casa, debe haber normas de conducta para todos y todas. Es decir, todos los miembros de la familia deben tener normas de conducta. Deben estar formuladas en positivo, ya que la idea es aclarar y explicar cuál es la conducta positiva a llevar a cabo. Acordar con él las sanciones y castigos que recibirá de no cumplirlas, aunque lo ideal es que los castigos se basen en reparar los daños causados y que deba realizar una tarea que le desagrade. Nunca utilizar castigos corporales, y habitualmente castigarle sin algo que le agrada (por ejemplo, quitarle la consola) no suele ayudar mucho. La familia debe mostrarse firme en el cumplimiento de estas normas. Ejemplos de normas en positivo:
  • Habla a tu familia con respecto sin emplear insultos.
  • Termina siempre los deberes antes de salir a jugar.
  • Cuando nos sintamos nerviosos y a punto de enfadarnos, respirar hondo e intentar decir las cosas de manera amable.
  • Recoger siempre los juguetes después de haber terminado de jugar.
  • Ayudar a tus padres cuando te necesiten.
  • Hacer caso a tus padres cuando te llaman y te dan una orden.
  • Etc.
7-Nunca bajar la guardia. No debemos permitirle ninguna falta de respeto ni dejarle pasar ninguna mala conducta. Es importante que haya constancia en las pautas y en la aplicación de las normas.

8-Evitar perder la compostura delante de nuestro hijo. Si os sentís nerviosos, es mejor iros a otro lugar a relajaros y a desahogaros sin que él os pueda ver u oír. Luego, podéis ir a hablar con él con más calma de lo ocurrido. Si él se pone muy nervioso, para evitar que acabéis alterados, lo metéis en su cuarto solo durante unos 5-10 minutos hasta que se calme. Una vez que se haya calmado, retomaréis las conversaciones. Recordad que si nos comportamos de forma agresiva o histérica con ellos, pues tenderán a imitar vuestra conducta. Los padres son el principal reflejo y eje educativo de los niños y niñas.

9-Cuando haya un conflicto en el colegio, nunca sobreprotegerlo. Hablad con todas las personas implicadas, escuchar a todos e intentad ayudar a vuestro hijo a resolver lo sucedido y a asumir las consecuencias de sus actos.

10-Para reducir cualquier síntoma de nerviosismo, es importante proporcionarle un ambiente relajado, estructurado y predecible. Debe tener un horario de actividades y tareas, que siempre sepa lo que se va a hacer en cada momento. Las rutinas que citamos también se refieren a las horas de estudio, tiempo para dedicar al ocio, etc.