Páginas

jueves, 6 de agosto de 2015

Revisando los sistemas de acceso a la función pública docente: Cambiemos las oposiciones de educación

Desde hace muchos años, se lleva cuestionando el sistema de acceso a la función pública docente. Partidos políticos, sindicatos, profesores universitarios, etc., han diseñado diferentes propuestas para seleccionar a los mejores docentes y sobre todo que reciban una mejor formación práctica. Sobre todo esto es más importante para aquellos que vayan a ejercer en etapas educativas superiores a Educación Primaria, donde han recibido una menor formación didáctica y psicológica, y han tenido menos prácticas en centros educativos. Se han difundido interesantes movimientos como el N.A.D, el Nuevo Acceso Docente. Ciertamente apoyo sus principios básicos, que son la no caducidad de notas y la permanencia en las bolsas, donde el profesorado irá subiendo puestos gracias a la obtención de diferentes méritos, pudiéndose presentar a las oposiciones voluntariamente para subir la nota. 

Esto no es tarea sencilla, porque tenemos el caso de la Comunidad de Madrid, que implantó un sistema de ordenación de las listas de interinos donde la nota de oposición era lo prioritario para ordenar las bolsas, tomándose en cuenta en un 80% para calcular la nota con la que estará dentro de la bolsa. Esta medida es interesante para los aspirantes que no tienen tiempo de servicio, es decir, los recién titulados que se presentan por primera vez. Les es fácil conseguir trabajar por primera vez de lo que les gusta, pero si se descuidan, esta medida puede ser "pan para hoy y hambre para mañana". Si a la siguiente convocatoria suspenden o bajan la nota, se les mantiene una prórroga con la nota de la anterior oposición, pero igualmente pueden bajar muchos puestos en la bolsa. Si los nuevos aspirantes han sacado una buena nota u otros la han mejorado, si tenemos en cuenta que el tiempo de servicio se valora muy poco (un 15%) a la hora de ordenar las listas, perfectamente podrás bajar unos 300 puestos en la bolsa. Esto lo he podido comprobar al contrastar las listas de 2013 y 2015 de la especialidad de Educación Primaria en la Comunidad de Madrid, tras la convocatoria de Oposiciones en esos respectivos años. Desde la Consejería de Educación, se afirmaba que la intención era que solamente los mejores fuesen los docentes, pero la realidad es que con esta medida luego se ahorran, a lo tonto, el pago de trienios y sexenios al contratar continuamente a personas nuevas sin experiencia, dejando a gente que precisamente sacó una nota baja o suspendió porque, en vez de estudiar, estaban dedicados a su trabajo como docente (y no digamos si tienen además una familia a la que atender). Yo siempre digo que el docente se construye con la experiencia diaria ejerciendo como docente, y no pasándose el día estudiando. Es importante que todos pasemos por la etapa de opositar porque resulta enriquecedora, pero luego donde aprenderemos más es cuando ejerzamos. Un futbolista no aprende a jugar mejor al fútbol pasándose el día leyendo libros sobre táctica o viendo vídeos de partidos de fútbol, si luego no entrena.

Entre todas las aportaciones que he ido leyendo, ¿cuál sería mi sistema de acceso al funcionariado ideal, para todos los cuerpos y especialidades docentes?
  1. Todo el mundo debería pasar al menos una vez el proceso selectivo. Incluiría pruebas escritas y orales. La prueba del temario debería ser sustituida, ya que es una prueba anticuada donde el opositor prácticamente termina memorizando un temario, del cual de forma aleatoria solamente deberá exponer uno de ellos. Esto convierte las oposiciones en una auténtica lotería, porque puede llegar el caso de que domines bien los primeros 20 temas de los 25 que por ahora componen el temario del Cuerpo de Maestros de la especialidad de Educación Primaria, y te salgan las bolas de los temas 21 y 22, y luego uno se estudia bien solamente los temas de Matemáticas (del 20 hacia adelante), y le salga el tema 25, que es de Estadística. Y hala, el primero suspende y el segundo aprueba. ¿Es justo? ¿Como demostramos que esa persona domina bien los contenidos relacionados con las áreas restantes? Yo pondría una prueba escrita donde el opositor deberá responder a diferentes cuestiones donde deba aplicar los contenidos del temario a diferentes supuestos, y donde deba aplicar los contenidos de diferentes temas a una misma pregunta. A la hora de seleccionar las cuestiones, deberá ser lo más proporcional posible para que recoja las bases fundamentales de todos los temas. Así demostraremos quién se ha preparado mejor. Podríamos combinar las pruebas escritas del temario y del caso práctico en una sola prueba. También, y aquí sí comparto el modelo que se sigue en Madrid, pondría una prueba de conocimientos generales del currículo. Es importante que los docentes sepan estrategias para la enseñanza y la tutoría, pero también deben dominar los conocimientos que deben impartir. ¿Cómo vas a enseñar Química si no sabes resolver bien los problemas de Estequiometría? ¿O no sabes analizar sintácticamente una frase simple, ni identificar el complemento directo?
  2. En cuanto a la fase oral, mantendría la prueba de la programación didáctica y la exposición de una unidad didáctica. Eso sí, daría la suficiente libertad para que el opositor pudiera traer aparatos tecnológicos que sirvieran de apoyo para su exposición. Se trata de que el alumnado defienda su propuesta, no es necesario memorizarla porque no conozco a ningún docente que se aprenda su programación y el desarrollo de todas las unidades didácticas de memoria. Ahí ya podrá diseñar todos los recursos de la unidad didáctica. Eso sí, le recomendaría que no dependiese de Internet para su exposición por si no hubiera conexión disponible o fallase. Es decir, si quiere mostrar una web, mejor guardarla en tu ordenador o si es un vídeo, descargarlo.
  3. Se ordena a todos los aspirantes por la nota media ponderada entre la fase de oposición y la fase de concurso. Los que han aprobado, se convertirán en "aspirantes en prácticas". Quiere decir que pasarán un curso académico entero trabajando en un centro educativo, contando con un tutor, donde aprenderán las nociones básicas de la profesión. Estas prácticas serán remuneradas y cotizarán a la Seguridad Social por ello. Si son muchos y no hay suficiente dinero, propondría que fuese a media jornada. Es decir, que al menos fuesen 3 horas de clase y luego 2 horas preparando clases y asistiendo a las horas de coordinación docente y de tutorías, y luego en el siguiente turno entra otro aspirante en prácticas. Esto habrá que programarlo adecuadamente. La cuestión es que nadie se quede sin prácticas y que todos reciban un sueldo por ello. Esta fase podrá ser convalidada si acredita haber ejercido al menos dos cursos académicos como docente en la misma especialidad en un centro privado o concertado. Si resulta que encuentra trabajo en un colegio o desea aplazar esta fase por causas de fuerza mayor, podrá hacerlo y aplazarlo para el siguiente curso. Aunque pueda convalidarla, si igualmente prefiere por razones personales pasar esta fase, es libre de acceder a ella. Al finalizar el período deberán entregar una memoria de actividades y presentar una propuesta didáctica de mejora para el próximo curso. También deberá asistir a actividades formativas durante ese curso. La finalidad de ordenar a los aspirantes por nota es porque los que obtengan mejores notas podrán elegir el centro educativo que deseen y sus características. Los últimos, tendrán que elegir entre las opciones que les queden. Vamos, que el primer aspirante de la lista podrá escoger el colegio que está al lado de su casa para hacer la fase de prácticas.
  4. Una vez que han aprobado, se crean dos listas. En primer lugar, una lista de aspirantes, y en segundo lugar una lista con todos aquellos que ya tengan tiempo de servicio, aunque sea un solo día. ¿Por qué los divido? Los aspirantes tienen más difícil conseguir los mismos méritos que un interino porque no tienen tiempo de servicio ni pueden participar en proyectos educativos, así que no es justo meterlos en el mismo saco. Los aspirantes competirán entre ellos con un baremo diferente donde se les valore más la formación permanente, la realización de másteres y el doctorado u otros grados universitarios, el aprendizaje de idiomas, publicaciones en revistas divulgativas y científicas de interés, la experiencia laboral en centros privados y concertados, el voluntariado relacionado con la educación (eso sí, debe ser acreditado), e incluso que hayan trabajado de monitor o de becario en la universidad si está relacionado lo que han realizado con la educación (por ejemplo, participar en un proyecto de investigación). Por su parte, los interinos tendrán un único baremo donde, además de todo lo anterior, se les contará el tiempo de servicio como funcionarios interinos, la participación en proyectos educativos, cursos o talleres impartidos, intercambios escolares, etc. A ambos se les contará la nota de oposición, pudiéndola subir voluntariamente en la siguiente oposición, tanto aspirantes como interinos, sin bajarla en ningún momento. Cuando se termine la lista de interinos, pasaremos a tirar de la lista de aspirantes, y los "elegidos" ascenderán al listado de interinos, pudiendo entonces acceder a un nuevo baremo. Las plazas de funcionario de carrera se repartirán entre los interinos que se encuentren en las primeras posiciones. Es decir, que las oposiciones básicamente servirán solamente para acceder a las bolsas, y las plazas se las llevarán aquellos que se encuentren en las listas de interinos y hayan alcanzado suficientes méritos para poder ganarse la plaza de funcionario de carrera, entre nota de oposición (recuerdo que solamente es necesario presentarse una vez y ya de forma voluntaria puedes presentarte para subir la nota), tiempo de servicio, formación, publicaciones, participación en proyectos educativos, etc. Es decir, aquellos que con sudor y esfuerzo se lo hayan ganado. El hecho de dominar una lengua extranjera debería ser un mérito más, y no un requisito que conlleve a la exclusión de un docente. Si acaso, aquellos que posean la habilitación lingüística, podrán ser seleccionados para ocupar vacantes de perfil bilingüe, y se irán dando "saltos" en las listas hasta llegar al primero que cumpla ese requisito. Lo mismo para aquellos que acepten trabajar en plazas de jornada a tiempo parcial, de interinidad en centros de diferentes municipios o en centros de difícil desempeño. Es decir, los puestos de carácter voluntario.
  5. El hecho de que sean funcionarios de carrera no conlleva a que dejen de formarse. La formación permanente del profesorado debería regularse de forma que todo el funcionariado debería dedicar el mes de julio a formarse. Para ello se programarían actividades formativas, tanto presenciales como a distancia, de realización obligatoria aunque se les tendría en cuenta para la productividad.
Estas propuestas no son originales porque las he ido aprendiendo a partir del diálogo con opositores, funcionarios y docentes universitarios. Son propuestas que he ido tomando para diseñar esta propuesta, que puede gustar o no. Acepto que sea debatida por todos aquellos interesados. Recordad que la finalidad es crear el mejor sistema de acceso posible, que sea el más justo y a la vez que permita seleccionar a los que mejor preparados están tanto a nivel de tiempo de servicio como de formación, y que todos por el hecho de aprobar pasen un tiempo de prácticas tutorizadas en un centro educativo y que para ser funcionario de carrera haya que pasar obligatoriamente por la etapa de funcionario interino.

¿Qué opináis? ¿Qué modificaríais en este sistema? ¿Plantearías unas oposiciones a nivel nacional, o preferiríais que fuese como ahora, cuyas competencias las tuviesen las comunidades autónomas?

Sugerencias de mejora (09/08/2015)

A raíz de las conversaciones que he mantenido sobre mi modelo, me han llegado una serie de sugerencias interesantes a tener en cuenta:

  1. En los actuales Grados de Educación Infantil y Educación Primaria, el alumnado universitario se encuentra al menos 6 meses realizando prácticas, además de tener que entregar el Trabajo Fin de Grado. Se considera que posiblemente no necesiten realizar otro período de prácticas, aunque ciertamente lo que yo proponía era la fase de prácticas que habitualmente realizan los que han obtenido la plaza. Si acaso podríamos revisar este apartado y adaptarlo a esta circunstancia para los graduados en Magisterio (sobre todo no quieren hacer más "trabajitos"). Eso sí, recomendaría dejarlo para los aspirantes al Cuerpo de Profesores de Secundaria, Formación Profesional y Enseñanzas de Régimen Especial. O si acaso para los antiguos planes de estudio de Magisterio, cuyas prácticas son solamente en total unos 3 meses, pues que lo hicieran. Pedir que justifiquen al menos un mínimo de créditos de Practicum en centros educativos para valorar si deben o no hacer las prácticas.
  2. Se ha sugerido la inclusión de una prueba de análisis psicológico del perfil del aspirante (¿un test de personalidad?), porque al fin y al cabo son personas que tienen que educar a nuestros hijos y estarán con ellos. ¿Estarán capacitados psicológicamente para desempeñar la labor educativa? Es interesante esta propuesta, habría que analizarla con detenimiento, aunque obviamente habría que contratar a especialistas en Psicología para analizarlas sin que sepan el nombre del opositor.
  3. Discrepan en las pruebas escritas y orales propuestas, algunas incluso que ya actualmente son vigentes. Se sugiere sustituir la prueba escrita por un examen tipo-test con preguntas de todo el temario, de forma proporcional, al estilo del MIR para Médicos. De esta forma se lograría evitar que el tribunal fuese subjetivo a la hora de evaluar. Aunque haya unos criterios de evaluación distribuidos desde la Administración, cada docente igualmente emite una valoración subjetiva partiendo de ellos. El único aspecto negativo es que no podría valorarse la creatividad del docente a la hora de resolver una serie de situaciones prácticas que puede encontrarse en un aula. Y en cuanto a la prueba oral, que es la de la programación didáctica, sugieren tres opciones: (1) Suprimirla, por considerar que se programa siempre en grupo y que es una programación surrealista en relación a lo que se hace en las escuelas, o como mucho pedir solamente la unidad didáctica (2) Que todos expongan la misma unidad didáctica o solamente una ya preparada desde el principio que sirva como modelo (es decir, se prepara solamente esa), por el tiempo que hay que dedicarle y los gastos que se hacen para los materiales y (3) Hacerla tal cual, pero grabarla en vídeo para que así el tribunal pueda tomarlo como apoyo para justificar sus evaluaciones.
  4. Hay personas que no le encuentran sentido a la prueba de conocimientos generales del currículo de tu especialidad. Como sabréis, en 2011 y en 2013 hubo un alto porcentaje de suspensos en la prueba de conocimientos generales del currículo de Educación Primaria en las oposiciones de la Comunidad de Madrid, lo cual dio lugar a una fuerte polémica y al cambio del sistema de ordenación de las listas de interinos. Independientemente de que los criterios de evaluación fuesen demasiado rigurosos (tenías que tener, en la mayoría de los casos, la pregunta PERFECTA para ser evaluada; si no, era un cero), es importante confirmar que nuestros docentes, los que van a dar clase a nuestros hijos o a nosotros mismos, posean unas nociones básicas (nadie es una enciclopedia, y no es necesario en los tiempos actuales donde con un "clic" tenemos mucha información disponible gracias a las TIC) de los contenidos de las materias a impartir. ¿Cómo vas a enseñar matemáticas en 6º de Educación Primaria si no sabes resolver una raíz cuadrada o una división con decimales en el dividendo y en el divisor? En los grados no sé, pero en los planes de estudios anteriores a Bolonia, al menos desde los últimos veinte años, se han centrado más en enseñar didáctica y psicología, y no se han repasado los conocimientos por darlos por sabidos, sobre todo los de cultura general (Ciencias Naturales y Ciencias Sociales). Yo crearía al menos una asignatura troncal anual de Cultura General, pero si no, exigiría esta prueba. Si acaso podríamos suprimirlas para el Cuerpo de Secundaria, ya que al proceder de titulaciones no enfocadas a la enseñanza (Filologías, Matemáticas, Química, Ingeniería, etc.), doy por hecho de que dominan los currículos a la perfección (si no, vaya unos graduados...).
  5. Hay funcionarios que pueden no poder realizar la formación en el mes de julio, sobre todo si forman parte del equipo directivo o si son convocados para formar parte de un tribunal de las oposiciones. No estaríamos atentando contra los derechos laborales (como se ha llegado a decir) porque precisamente el funcionariado, aunque no tengan actividad lectiva en el mes de julio, están a disposición para la Administración para cualquier tarea (como es la de formar parte de los tribunales de las oposiciones). Si acaso en estos casos podrían ser convalidadas, y en el equipo directivo adaptarlo de otra manera. Esto se iría viendo con el tiempo.
Estas son las principales propuestas sugeridas. Seguiré escuchando cualquier otra sugerencia y la iré comentando en esta misma entrada, aunque si se alarga mucho crearía una nueva entrada vinculada a ésta.

Otras sugerencias:

  1. 29/08/2015: Me he dado cuenta de que hay opositores que ya poseen un trabajo fijo o trabajan en un centro privado o concertado, pero que les gustaría poder aspirar a ser funcionario de carrera. A estos no les interesa entrar en una bolsa de interinos porque no van a dejar un trabajo fijo por, por ejemplo, una sustitución de dos semanas en un colegio que incluso les puede pillar lejos de casa, si no tuvieron opción de poder elegir. Estos detalles habría que tenerlos en cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario