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miércoles, 13 de julio de 2016

Dificultades iniciales que pueden tener los investigadores novatos en estudios de Doctorado

Todos sabemos que nadie nace aprendido. Y que los comienzos son siempre difíciles. Cuando uno estudia un Programa de Doctorado, está más limitado de recursos para poder investigar, y carece de convenios de colaboración con aquellas instituciones o contextos en los que deseamos investigar o que solicitemos su participación. También cuesta muchas veces solicitar ayuda a terceros para que nos ayuden en nuestra investigación. Analizaremos algunas de las principales dificultades que podemos encontrarnos como estudiantes de Doctorado o doctorandos:
  1. Las actividades formativas comienzan demasiado tarde: Algo muy positivo que traen los actuales Programas de Doctorado es que aportan pequeños cursos o actividades formativas que nos ayudarán a desarrollar mejor nuestra tarea investigadora al igual que la de difusión de los resultados de nuestras investigaciones. El problema es que hay muchos contenidos que se empiezan a dar, dependiendo del programa y de la universidad, cuando ya llevas un tiempo trabajando en tu Tesis Doctoral. Por ejemplo, puedes conocer los diferentes gestores bibliográficos como RefWorks, cuando ya llevas unos meses leyendo bibliografía para tu tesis, y la bibliografía que has leído hasta el momento la has ido anotando manualmente en una Hoja de Cálculo o en un documento word. Lo mismo pasa con la normativa que se utilice en tu área para citar la bibliografía. Muchos conocimientos o herramientas serían útiles de disponer desde el comienzo del programa para poder trabajar con ellas desde el principio. Lo mismo ocurre con algunas actividades que te ayudan en tu tarea de difusión. Resulta triste que organicen cursos sobre cómo preparar una comunicación o exponer un trabajo oralmente, ¡cuando ya te han obligado a hacerlo para un congreso previamente! ¿No sería mejor haber dispuesto de este material antes para que nuestra exposición saliera más enriquecida?
  2. No te han asignado desde un primer momento a un director de tesis: Al comenzar un programa de Doctorado, te asignan un tutor, quien en la mayoría de los casos, finalmente termina siendo tu director de tesis. Normalmente este tutor es especialista según la línea de investigación a la que te hayas inscrito cuando realizaste la preinscripción en el Programa de Doctorado. Pero puede pasar que tu tema de investigación sea tan específico que tu tutor asignado no sea especialista. Esto conlleva a que, mientras buscan a otro o se realizan los trámites para elegir a un nuevo director, puedan pasar meses, y por ello tu inicio en tu tesis se ralentice bastante. Es normal que provoque desmotivación, porque sientes soledad y que vas más atrasado que el resto. Si os encontráis en esta situación, os recomiendo comenzar solamente con la revisión bibliográfica. Se supone que, si habéis escogido el tema que habéis elegido, tenéis algunas nociones básicas procedentes de vuestros estudios de Grado y Posgrado, así que podéis partir de ella para leer libros, artículos, actas de congresos, etc., para ir haciendo esquemas y planteando un primer borrador de vuestro Plan de Investigación y de unos posibles instrumentos o ítems. Pero solamente son borradores. Bajo ningún concepto debéis empezar a hacer trabajo de campo sin el visto bueno de vuestro director de tesis, porque es muy fácil cometer errores (bastantes, además) cuando se comienza a diseñar instrumentos o simplemente para elaborar un marco teórico inicial sólido. En caso contrario, puede ser vuestro suicidio como investigadores, aunque suene muy drástico, ya que implicaría volver a empezar, dejar tirado al contexto en donde habéis comenzado y pueden incluso rechazarte por negarse a volver a empezar de nuevo.
  3. Cuesta implicar a terceras personas para que te ayuden a validar los instrumentos que uses en tu investigación: Cuando realizas una investigación, siempre partes de unas técnicas, sean cuantitativas, cualitativas o mixtas, que darán lugar a una serie de instrumentos. Uno de los instrumentos más utilizados en investigación son los cuestionarios. Antes de comenzar el trabajo de campo, es importante que esos instrumentos estén revisados y validados por expertos. Es cierto que puedes diseñarlos, pasarlos, y luego validarlos a través de algunas técnicas estadísticas como el análisis factorial, pero requeriría para ello de obtener una amplia muestra (aproximadamente 10 participantes por cada ítem que contenga el cuestionario), lo cual según los objetivos de nuestro estudio puede no ser factible. Por ello, realizar la validación de contenido a partir de la valoración de los cuestionarios por parte de expertos en la materia (por ejemplo, profesores universitarios con experiencia en el área que investigas, profesionales que ejercen en esa área, etc.) resulta muy importante, tanto si somos investigadores noveles como algo más experimentados (dos ojos ven más que uno, y doce más aún), No es fácil conseguir a estos expertos. Debemos recordar que todas estas personas, profesionales en activo, tienen ya de por sí muchas responsabilidades laborales, además de familiares. Bastante saturados están de trabajo como para dedicarle tiempo a revisar cuestionarios, algunos extensos e "infumables", y sin obtener ninguna remuneración a cambio. Y es una tarea de la que están ya cansados de hacer. Si no tienes confianza con ellos, no te conocen o ni siquiera conocen a tu director de tesis, pueden decirte que no o incluso darte el "no" al cabo de uno ó dos meses. Y si te conocen o al menos tienen relación con el director de tesis, pueden decirte al principio que sí, pero según las responsabilidades diarias que tengan estos profesionales, la tarea puede prolongarse pasados unos meses, y cuando digo unos meses, puede ser casi un curso entero sin que hayan sacado tiempo para revisarte los cuestionarios. Ni siquiera para una primera valoración general, sin profundizar en cada ítem. Esto puede desesperar a muchos doctorandos, desmotivarles, e incluso "tirar la toalla". Es algo habitual, así que no os desaniméis. Mientras tanto, seguid con las actividades formativas (cursar incluso alguna actividad de segundo año, si podéis compaginarlo, y así tienes más tiempo luego para hacer el trabajo de campo y los análisis), con la revisión bibliográfica, asistir a un congreso para exponer los inicios de tus proyectos y de los instrumentos realizados (hay que dedicarle tiempo también para prepararlo todo), escribiendo borradores de los capítulos del marco teórico e incluso algunas ideas que podrías plantear si obtienes unos resultados determinados en el diagnóstico, pensando en posibles propuestas de mejora que podrías plantear. Y por supuesto aprovechar ese tiempo para estudiar otros contenidos como mejorar vuestro nivel de idiomas. De esta manera, no os hundiréis y sentiréis que ese tiempo ha sido aprovechado y que se verá reflejado cuando hagáis el trabajo de campo y los análisis de los resultados. Poneos en el lugar de esas personas, no cobran por ello y tienen mucho trabajo ya de por sí como para dedicarlo a esa tarea de revisar, que no es fácil.
  4. Cuesta implicar a los participantes del estudio, en los contextos en los que investiguemos: Uno de los inconvenientes que tienen los doctorandos es que, en la mayoría de los casos, no existe la posibilidad de firmar un convenio de colaboración entre la universidad y el contexto en donde vayas a realizar la investigación (por ejemplo, colegios e institutos). Esto limita que verdaderamente consigas implicar a todos los participantes. Puede haber colegios que acepten participar por inercia, o porque en principio les interesa el proyecto, pero que les interese al equipo directivo no quiere decir que le interese a toda la comunidad educativa (digo esto para seguir con los ejemplos que he puesto antes, y porque al fin y al cabo estamos en un blog titulado "Investigación en Educación"). Si vas allí y les dejas los cuestionarios para que los rellenen en sus casas, muchos al final pueden perderse. Pueden pasar de rellenarlos, o incluso dárselo a terceras personas para que lo rellenen por ellos (más aún si es un cuestionario de marcar una opción en una Escala Likert de 1 a 5, por ejemplo, y anónimo), o debes estar detrás de ellos para que te los rellenen. Lo mejor es plantear una estrategia que consista en que, en un día y hora, puedas reunir a todos para pasar los instrumentos (en el caso del profesorado, puede ser un claustro), en alguna de las reuniones que los participantes de ese contexto mantengan habitualmente para coordinarse, y aprovechar ese día para pasar los instrumentos, aunque conviene antes haberse presentado en otra reunión previa para explicarles las características del estudio. Otra recomendación es que, cuando acudas a hablar con el equipo directivo para hablarles del proyecto, les entregues una copia de los instrumentos para que puedan revisarla y saber, de antemano, qué se les va a preguntar. Evitar incertidumbres motiva a que los participantes puedan animarse a participar si les convence todo lo que les propones. Si no logras controlar la participación de los participantes, valga la redundancia, en el estudio, éste puede fracasar por no reunir una muestra lo suficientemente representativa como para que los resultados del estudio sean válidos, lo cual conllevaría a que tu proyecto de investigación no fuese bien valorado.
  5. Dificultades para hacer trabajo de campo si estás trabajando, según horarios: Lamentablemente, hoy en día es difícil conseguir un empleo estable en un lugar determinado. Puedes estar continuamente desplazándote de un lugar a otro, o que te trasladen a un sitio más lejos por ser interino o provisional, y no disponer de una plaza fija para ti. Luego es cierto que, aunque tengas un puesto fijo con un horario cerrado, puede ser difícil acudir a realizar el trabajo de campo debido a la incompatibilidad de horarios. En educación, lo ideal es poder acudir a contextos a investigar de forma presencial. Nos quedan dos opciones: (A) Desarrollar el trabajo de campo en tu centro educativo (un estudio de caso), (B) Plantear un meta-análisis a partir de estudios ya realizados sobre el área y con una serie de variables en común (lo cual es muy, muy difícil, encontrar todos los estudios que cumplan esos rasgos en común, porque algunos a lo mejor ni están publicados digitalmente), o (C), recurrir a estrategias donde podamos "investigar a distancia". Esto es muy arriesgado, pero puede ser el último recurso si se gestiona bien. Tenemos desde los cuestionarios online (arriesgado porque no sabes quién lo rellena realmente, y algunos catedráticos o doctores pueden ponerte muchas trabas al uso de este procedimiento), a dejar los cuestionarios y recogerlos un día y hora en que podamos ir al centro, o que nos lo envíen por correo postal y nos ocupamos de todos los gastos de envío, o utilizar técnicas como las entrevistas telefónicas o por videoconferencia, entre otras, además de enviarnos por correo material para analizar de forma cualitativa, como documentos oficiales, evaluaciones, proyectos, etc. Conviene tener previsto todas estas circunstancias, aunque empecemos a hacerlo con el método "presencial", por si las circunstancias laborales o personales cambian de un día para otro. Aunque en el peor de los casos puedes pedir una prórroga si es algo temporal o incluso cambiar de contexto si vas a permanecer mucho tiempo allí, es una pena dejar una Tesis Doctoral o investigación por este motivo. Aquellos doctorandos que estén a tiempo completo y sean jóvenes estudiantes que solamente estén dedicados exclusivamente a su tesis y que sus padres le financian todo, no tendrán este problema, pero un alto porcentaje de doctorandos son profesionales en activo o personas que necesitan poder trabajar para financiar sus estudios de Doctorado o requieren estar opositando para mantener sus puestos de trabajo o su permanencia en listas de interinos.
Solamente he expuesto algunas "dificultades iniciales", es decir, pertenecientes al inicio de los estudios de Doctorado, a raíz de mi propia experiencia personal. Luego mientras se siga investigando, pueden surgir muchas más, pero algo que es fundamental es contar siempre con vuestro director de tesis para todo. Preguntadle cualquier duda, pedid consejos para resolver cualquier bache en los que encontréis, e incluso a otros profesionales expertos. No tengáis miedo de pedir ayuda, estáis aprendiendo, y es normal que podáis estancaros durante la realización de vuestra tesis doctoral. Como he dicho al principio, nadie nace aprendido, y los comienzos son siempre difíciles. Luego seréis vosotros quienes asesoréis a los nuevos estudiantes de Doctorado. 

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