Páginas

jueves, 1 de agosto de 2013

Prevención e intervención dirigida a adolescentes "adictos" o que realizan un uso problemático de las nuevas tecnologías (redes sociales y videojuegos)

Bien, ya que hemos tratado el asesoramiento a familias y los criterios de diagnóstico, llega el momento de analizar las pautas para la prevención e intervención dirigida a adolescentes que realizan un uso problemático de las nuevas tecnologías, o "adicción"; concretamente de las redes sociales y videojuegos. Por cierto, deciros que cualquier texto de autores como Enrique Echeburúa os ayudarán mucho a aprender más sobre este tema.

Dentro del proyecto, tenemos planteadas cuatro tipo de intervenciones. La actuación dirigida a las familias las trataremos en el siguiente sub-apartado. Por un lado, desarrollaremos unas actuaciones con el objetivo de prevenir un mal uso y un posible uso problemático de estos recursos tecnológicos. Por otro lado, realizaremos una intervención con aquellos sujetos que presenten estos “problemas”, tanto en pequeños grupos como a nivel individual, aunque sobre todo intentaremos que todo se desarrolle en grupos cooperativos.

El aprendizaje cooperativo (Pujolàs, 2003) es fundamental aquí no solamente para desarrollar un aprendizaje más enriquecido gracias a las aportaciones de todos y todas, sino que podrían fortalecer el desarrollo de las habilidades sociales y del autoestima de los sujetos, algo fundamental para la prevención e intervención con personas adictas o que realizan un uso problemático de los recursos tecnológicos. Con una alta autoestima, el sujeto se sentirá capaz de realizar nuevas actividades, no será tan influenciable y sabrá defender su punto de vista, y se sentirá más capacitado para mantener relaciones sociales con los demás. Para favorecer que las dinámicas de aprendizaje cooperativo se desarrollen positivamente en el sentido de que todos-as puedan tener su momento para participar y evitar que siempre los mismos-as sean las que participen, plantearemos en algunos momentos algunas técnicas cooperativas de diálogo, además de controlar siempre quiénes han participado y quiénes no.

Siguiendo a Ovejero (2000), para prevenir todo tipo de adicciones, se debe conseguir una adecuada inclusión de los alumnos-as, de tal forma que en la escuela se sientan a gusto y seguros, y posean un clima positivo, unas relaciones sociales satisfactorias dentro de unas redes de apoyo social suficientemente reforzantes. Si conseguimos la inclusión de todo el alumnado dentro de su grupo-clase, todo el alumnado formará un grupo de apoyo social que le permitirá adquirir una nueva identidad social que le aleje de su adicción. Y no solamente ese grupo de apoyo social debe estar formado por sus compañeros-as, sino por la familia y a sociedad en general. Todos-as tienen un papel a jugar para el desarrollo personal de cada persona.


2.4.1-Propuestas de actividades para realizar con el grupo-clase

Estas actuaciones se desarrollarán en las aulas de Educación Secundaria Obligatoria, preferiblemente en las horas destinadas para la sesión de tutoría lectiva. Esta programación de actividades siempre deberá ajustarse al contexto de cada grupo-clase, incluyendo al tiempo del que dispondremos para desarrollar la intervención, ya que deberá ser pactado con los centros educativos y con el profesorado-tutor de cada grupo-clase. Teóricamente lo desarrollaríamos en el segundo ciclo de ESO, puesto que es a partir de esta edad cuando legalmente los jóvenes pueden crear su propia cuenta en canales como Facebook o Tuenti, aunque algunos mientan a la hora de hacerlo, aunque cierto es que existen otras redes sociales donde esta limitación no está tan clara. La cuestión es buscar el mejor momento para realizar las actividades preventivas.

1-Diagnóstico de actitudes frente a las redes sociales y a los MMORPG, y ante los factores de riesgo y de protección. Debate inicial sobre las redes sociales y los videojuegos.

Nos presentaremos ante el grupo-clase, porque será la primera vez que nos veamos. Les explicaremos que realizaremos alguna serie de actividades juntos en breve, pero que para empezar nos gustaría que nos respondieran a un cuestionario sobre algunas cuestiones, asegurándoles que la privacidad de los datos se respetará. Esto es importante para permitir que puedan responder sin miedo a que otras personas descubran lo que han respondido. Este cuestionario nos servirá para diagnosticar el punto de partida que permitirá iniciar nuestra intervención. Se han introducido cuestiones partiendo de los criterios de diagnóstico que planteamos en el anterior apartado, y otras referidas a los factores de riesgo y de protección, porque puede ser preciso intervenir sobre ellos. En aquellos cuestionarios en los que podamos comprobar algunas respuestas cuyo análisis nos permitan sospechar de alguna posible adicción o uso problemático de estos recursos, podríamos solicitar una entrevista con esa persona para intentar indagar más sobre sus actitudes, o incluso ver si existe algún problema personal u otra adicción que conlleve a que realice dicho uso problemático de estos recursos tecnológicos. Por ejemplo, hay personas que se desarrollan un uso problemático porque presentan carencias afectivas o trastornos afectivos, por lo que es importante diagnosticarlo e intervenir sobre ello.

Posteriormente, y sobre todo para evitar que pudiese influir en las respuestas, realizaremos un debate inicial sobre esta temática, para que todos podamos reflexionar y aprender con las aportaciones de todos-as. Además de hacer algunas preguntas específicas relacionadas con el contenido de los cuestionarios, analizaríamos qué son las redes sociales y para qué sirven, al igual que los videojuegos (sobre todo los MMORPG o juegos de rol online multijugador). Analizaremos por qué los usamos, cuáles nos gustan más y cuáles son las redes sociales y los videojuegos que más nos gustan y clasificarlos (sobre todo los videojuegos). Reflexionar acerca de por qué les dedicamos tanto tiempo olvidándonos de otras responsabilidad, intentando ver si está justificada o no nuestra actitud. Es decir, se trata de intentar aumentar la consciencia del uso que hacemos a las cosas para saber si vale la pena o no lo que hacemos para nuestro desarrollo personal. Analizaremos algunos aspectos como, por ejemplo, la diferencia entre adicción y afición, o establecer las diferencias entre los “avatares” que tenemos en los MMORPG y las identidades realistas y las situaciones realistas, y nuestro papel en ellas. Esta actividad será introductoria para otra posterior que realizaremos más adelante.

Otro de los aspectos que analizaremos es la “presión social” que se sufre a veces. Esto es que puede haber personas que deseen que estemos conectados con frecuencia en cada uno de estos recursos tecnológicos para satisfacerles a ellos-as, más que a nosotros mismos. Por ejemplo, esto es muy propio de los MMORPG también puesto que el clan de juego muchas veces presiona al jugador para que se conecte a una hora determinada para poder resolver a alguna misión que hay que hacer en equipo. También en las redes sociales puede ocurrir, por ejemplo en el chat, requiriendo que estemos conectado con frecuencia para hablar con ellos-as, como ocurría en el ya casi obsoleto Messenger. Por lo tanto, podríamos plantear estrategias para combatirlas.

Estos y otros temas podremos tratar en este debate inicial, para dar paso al desarrollo de las siguientes actividades.

2-Actividades de análisis sobre adicciones tecnológicas y sus consecuencias

En esta intervención, a continuación de la primera, realizaremos algunos tipos de dinámicas que nos lleven a analizar casos reales o casos representados sobre sujetos que están sufriendo consecuencias en sus vidas debido a un uso problemático de estos recursos tecnológicos. Por un lado, representaremos algunos juegos de roles donde cada grupo representará una situación concreta, y otro lado, también por pequeños grupos, analizaremos un caso práctico que el terapeuta planteará. El docente solicitará que se formen los grupos, y cada grupo irá representando, por orden, la situación que les ha sido asignada. El resto del grupo-clase deberá analizarlas y redactar sus conclusiones en una hoja de papel. Así lo haremos con cada situación representada, y contrastaremos las conclusiones realizadas por cada pequeña grupo, redactando en la pizarra una conclusión final.

En segundo lugar, plantearemos un caso práctico, donde cada pequeño grupo lo analizará siguiendo unas orientaciones, y entre todos-as expondremos elaboraremos una reflexión final. Todas estas actividades nos servirán para reflexionar acerca de las consecuencias de realizar un uso problemático de estos recursos, de cómo pueden afectar a nuestras relaciones familiares y sociales, a nuestro rendimiento académico, etc.

3-Taller de desarrollo de habilidades sociales y de estrategias para resolver conflictos y la asertividad y la empatía

Tener unas habilidades sociales adecuadas nos permitirá relacionarnos con las personas y enriquecer positivamente nuestro desarrollo personal. De lo contrario, podremos tener problemas sociales y personales que pueden incitar a que nos “refugiemos” en las TIC para intentar “compensarlo”. Ya en el marco teórico hemos hablado sobre las ventajas de presentar unas habilidades sociales aptas. Se trataría de desarrollar dinámicas de grupo donde el alumnado pueda desarrollar habilidades como la de hablar en público, pedir “por favor”, saber decir que no, iniciar y mantener conversaciones, dirigirse a personas desconocidas, etc, y hacer un buen uso de la comunicación no verbal. Hemos planteado algunas dinámicas de grupo (incluyendo juegos de roles y técnicas cooperativas de diálogo) para que, de menos a más, el alumnado vaya adquiriendo nuevas habilidades sociales. Dentro de estas dinámicas, se trabajarán estrategias para la resolución de conflictos, la toma de decisiones y para generar una conducta más asertiva y empática (por ejemplo, que intenten ponerse en el lugar de las familias y de las amistades cuando se quejan de su adicción, entendiendo los motivos por los que lo hacen). En relación con los conflictos y la toma de decisiones, pueden ser conflictos que surjan en su vida cotidiana. Por ejemplo, si sufren alguna recaída, podrán planificar alguna estrategia que les permita enfrentarse a esas tentaciones con éxito y a cualquier otra que pueda surgir (por ejemplo, tentaciones de conectarse más tiempo al juego del tipo MMROPG debido a presiones sociales). De esta manera, el sujeto experimenta una percepción de control que aumenta las expectativas de éxito en el futuro. Las técnicas de resolución de conflictos son un factor de protección muy útil.

3-Taller para desarrollar el autoestima

Conectado con el anterior taller, ya en el marco teórico hemos explicado que poseer una baja autoestima puede ser un riesgo para que una persona sea vulnerable o no para convertirse en un adicto. Es obvio que el desarrollo de un autoestima positivo depende siempre de un trabajo diario donde influyen un cúmulo de factores, pero también tenemos que realizar una intervención por nuestra parte para intentar elevar esa autoestima lo mejor posible. Por ello, desarrollaremos una serie de dinámicas de grupo con el objetivo de intentar que dicha autoestima sea positiva, influyendo posteriormente en el autoconcepto de los sujetos.

4-Análisis del buen uso de las redes sociales, de los videojuegos y de Internet.

Debemos ayudarles a aprender a utilizar las redes sociales y los videojuegos online de forma adecuada, analizando casos reales. Por ejemplo, en relación a los videojuegos, podemos analizar qué información resulta no adecuada publicar en dichas cuentas (tanto para nosotros-as como para otras personas, por ejemplo, fotos donde salen amigos-as tuyos), o aprender a tener cuidado con quien nos relacionamos a través de ellas, porque relacionarse con desconocidos puede traernos consecuencias al no conocer sus verdaderas intenciones. Podemos enseñarles las condiciones de servicio de las redes sociales en las que aspiran a incluirse y enseñarles a configurar debidamente las opciones de privacidad de sus datos personales, fotos y vídeos; e incluso podríamos enseñarles a crear su propia red social privada. Y entre otras actuaciones, podemos mencionar algunas otras como las siguientes:

  • Recordarles que no todo lo que ven “en línea” es verdadero. También debemos informarles sobre los “Spam” o la activación de programas “dialer” tras la aparición de algún reclamo publicitario.
  • Analizar qué es más importante de estas dos opciones: Tener una larga lista de amigos-as en Tuenti o tener solamente agregados a un grupo selecto pero que son tus amigos-as de verdad con los que compartes tu vida e intimas. Es decir: Cantidad versus Calidad.
  • Con respecto a las redes sociales, desactivar las notificaciones por e-mail, puesto que hacen pensar en la red social en cualquier momento, a pesar de estar realizando otra actividad.
  • Limpiar la lista de amigos para dejar los realmente importantes y evitar una lista extensa llena de "entretenimientos" nuevos que consultar a cada momento.
  • En la red social, sobre todo si también somos adictos a los videojuegos, restringir el uso de aplicaciones, puesto que la parte de entretenimiento de los juegos también puede resultar adictiva.
  • Hacer balanzas de decisiones: Podemos pedir a los sujetos que hagan una lista de los cinco principales problemas causados por el mal uso de Internet (aquí incluimos las redes sociales y los videojuegos online) y otra con los cinco beneficios de estar desconectado o de abstenerse de utilizar una aplicación determinada.
  • Desarrollar un inventario personal: El sujeto tiene que elaborar un inventario de las actividades que ha dejado de hacer debido al tiempo excesivo que le dedica a Internet (redes sociales, videojuegos...), para después clasificarlas en “muy importantes”, “importantes” o “poco importantes”. Tenemos que conseguir que examinen las actividades “muy importantes” para que tome conciencia de lo que ha perdido y que tal vez le gustaría recuperar.
  • Ayudar a ser conscientes del tiempo que dedican a estar conectado dentro de las redes sociales y los videojuegos (recordemos que no es lo mismo estar conectado para hacer un trabajo de clase, por ejemplo, porque no presenta los mismos matices ni consecuencias). Se puede calcular el tiempo que dedican a los videojuegos y al resto de las actividades. Comparar de forma conjunta el tiempo que usan para hacer las diferentes cosas (ver la televisión, hacer los deberes, etc).
  • Hacer que el participante caiga en la cuenta de las situaciones y aprendizajes que puede perderse por dedicarse en exceso a una sola actividad, por muy buena que sea ésta.
  • Conectado con las estrategias de resolución de conflictos y la toma de decisiones, podemos diseñar entre todos-as planes de actuación para cuando sintamos tentaciones “adictivas” hacia un recurso en concreto. Podemos desarrollarlo en el primer taller y completarlo en este taller.

Dentro de educar para el buen uso de estos recursos, también tenemos que realizar una educación ética y moral, es decir, educar en valores positivos. No basta con dialogar sobre este tema, sino que se replanteen su escala de valores y ellos mismos se den cuenta de la gravedad de un mal uso de estos recursos tecnológicos. Por ejemplo, una de las maneras de usar de forma inadecuada las redes sociales es desarrollando actividades de “cyberbullying” o siendo víctima de ellas. Con respecto a este ejemplo, analizaremos su concepto, relacionado con el de “bullying”, y a través de análisis de casos reales podremos valorar si es ético o no llevar a cabo ese tipo de actitudes, analizando los valores que entran en juego. Poniéndonos en el lado de las víctimas (partiendo de que hemos trabajado la empatía en el taller de habilidades sociales), nos concienciaremos mejor de las consecuencias de acosar a las personas, y analizaremos también cómo intervenir desde el rol de la víctima.

También podemos enseñarles a saber detectar un posible caso de “grooming”, y saber reaccionar de forma adecuada (puede denunciarse, Internet también está regulado por leyes). Entre el buen uso o no de la red, también podemos trabajar aspectos como desconfiar de la publicidad engañosa (por ejemplo, cuando naveguen por Internet, desconfiar cuando te dan un premio. Nunca hay que dar datos personales. Pueden intentar robarte algo o incluso enviarte publicidad masiva a tu domicilio o a tu correo electrónico), y sobre todo no facilitar datos personales a desconocidos.

Podremos finalizar con un análisis de las ventajas e inconvenientes de las redes sociales y de los videojuegos, estableciendo unos criterios de actuación para fomentar su buen uso. Podemos aquí utilizar algunas técnicas cooperativas para fomentar el diálogo, como “La ruleta”, teniendo cada miembro del pequeño grupo cooperativo un rol: el cronometrador, el moderador, el anotador, etc.

En todo momento, combinaremos la discusión entre terapeuta y alumnado, las actividades individuales y el contraste entre todos-as para intentar aportar, al final de la actividad, una serie de conclusiones que nos sirvan para reflexionar.

5-Educación para el consumidor adaptado al uso de recursos tecnológicos: Alternativas para el ocio y el tiempo libre

La educación para el consumidor es uno de los temas transversales que deben trabajar los centros educativos dentro de sus currículos educativos. Aunque abarque más campos, como el del uso adecuado de los recursos energéticos y del consumo adecuado de alimentos, también habla de saber adquirir productos y evitar el uso excesivo de algunos recursos, como por ejemplo las nuevas tecnologías. Las modas y la publicidad que se transmite a través de los medios de comunicación influyen bastante a la hora de adquirir recursos que puede que no nos hagan demasiada falta, que no nos aporten nada útil para nuestras vidas, o que abusemos de su utilización. Debemos enseñar a nuestro alumnado a analizar críticamente estas tecnologías y su utilidad para nuestras vidas, y en qué sentido debemos utilizarlas y cuánto tiempo, analizando las consecuencias de dedicarles demasiado tiempo. Podemos conectarlo con la intervención sobre el buen y el mal uso de estos recursos tecnológicos. Debemos enseñares a que ellos se controlen y tengan conciencia de por qué es necesario ese autocontrol y de por qué es necesaria una sana regulación a la hora de interaccionar con las TIC.

Entre las diferentes actividades que podemos plantear, podemos incluir las siguientes:

  • Elaborar como grupo un catálogo de buenas prácticas y riesgos en el uso de las redes sociales y de los videojuegos.
  • Analizar anuncios publicitarios (televisión, prensa etc) y noticias sobre videojuegos (usos, ganancias, modas etc).
  • Elaborar pancartas y/o una campaña de sensibilización dentro del colegio (alternativa para el final de todas las actividades con el grupo-clase).

Dentro de esta intervención, como una forma de regular el consumo de los recursos tecnológicos y saber compaginarlo con otras actividades esenciales para el desarrollo personal y así evitando caer en el uso problemático de Internet y sus diferentes aplicaciones, podríamos analizar las diferentes alternativas que existen para disfrutar del ocio y el tiempo libre, y ver qué nos pueden aportar, incluyendo saber elegir los videojuegos adecuados, proponiendo algunos que puedan ser interesantes. Investigaremos esas actividades. Primero, haremos una puesta en común de todas las que conozcamos el alumnado, y posteriormente buscaremos en Internet otras actividades diferentes para ampliar nuestro repertorio, intentando justificar qué pueden aportarnos y por qué pueden satisfacernos o no. Deben ser actividades que motiven a los sujetos, preferentemente sociales. También se puede incentivar a la familia para que participen en estas actividades.
Estas son las principales intervenciones que realizaremos. No obstante, también pueden complementarse con otros proyectos propios de la Asociación Victoria como los talleres de habilidades sociales y el taller de educación afectivo-sexual, las cuales aportan conocimientos y habilidades esenciales que pueden ayudar a las personas a ser menos vulnerables para sufrir adicciones específicas.

2.4.2-Intervención con pequeños grupos o individuales

Antes que nada, debemos especificar que, aunque aquí estemos hablando de intervención porque estaremos tratando con personas teóricamente diagnosticadas de realizar un uso problemático de estos recursos tecnológicos, también muchas de las actividades que hemos planteado en el sub-apartado anterior nos serán muy útiles, y las aplicaremos.

Como terapeutas, debemos realizar un diagnóstico del punto de partida en el que se encuentran los sujetos, y planificar el proceso de intervención. Debemos observar la evolución que mantiene el sujeto, recogiendo información continuamente a través de diversas fuentes (por ejemplo, la familia) además de la observación sistemática de éste. Siempre debemos aportar un “feed-back” o retroalimentación sobre los avances que se vayan teniendo. Para el diagnóstico, debemos recoger toda la información posible sobre el sujeto a partir de diversas técnicas e instrumentos, incluso sobre factores relacionados con su contexto inmediato (ej: familia), para una vez establecidas relaciones entre todas las características establecer una hipótesis explicativa que nos lleve a posteriores criterios de intervención.

El modelo interaccionista y comunicacional es fundamental dentro de esta intervención. Si es posible, trabajar en pequeños grupos, y siempre conseguir que la familia se implique en el proceso de intervención. Si una vez que sale de la terapia, en su casa no tiene ningún apoyo e incluso le dan facilidades para que pueda seguir con la conducta adictiva (por ejemplo, regalarle el iPhone-5 por su cumpleaños, no colocar el ordenador en un lugar común donde pueda ser controlado, etc), podrá estancarse y no evolucionar positivamente.

Al principio, pueden pasar por una fase de negación. El sujeto negará que tiene un “problema”. A través de la interacción, poco a poco se irá percatando de que tiene un problema y ahí comenzará el tratamiento. No olvidemos que debe ser un trabajo de todos-as para que pueda tener éxito. Debe reflexionar para que se encuentra en una fase en la cual esté dispuesto a cambiar. Si no está interesado, será muy difícil que la terapia tenga éxito. Tenemos que orientarles para que ellos mismos se den cuenta de que los inconvenientes de seguir como hasta ahora son mayores que las ventajas de dar un cambio a su vida. El terapeuta debe ayudar al sujeto a lograr esa atribución correcta de la situación y a descubrirle las soluciones a su alcance.

No se trata de que no vuelva a utilizar estos recursos, ya que son esenciales para la vida cotidiana. Se trata de que aprenda a controlar su conducta y el tiempo dedicado a estos recursos. No obstante, al principio puede ser útil incitarle a que el sujeto no se conecte durante un tiempo a estos recursos, como una manera de reeducarlo. Es decir, de aprender a controlar sus impulsos y que no sea dependiente de estos recursos. Atención, en ningún momento en este tipo de adicciones, salvo en el “juego patológico” o en algún tipo de juego como los MMORPG donde la partida nunca termina, debe plantearse la abstinencia total, ya que estos recursos son importantes para realizar algunas tareas en su vida cotidiana y para su aprendizaje. Al principio puede ser normal que manifiesta una intranquilidad subjetiva (pensar con ansia en lo prohibido, no estar seguro de si va a ser capaz de controlarse en el futuro, etc).

Posteriormente, poco a poco le dejaremos que utilice estos recursos de forma controlada. Es decir, que puede conectarse bajo el control de otra persona durante un breve periodo de tiempo, y después estar a solas y un tiempo limitado. Para ello, además del tiempo limitado, deberá llevar a cabo actividades predeterminadas (por ejemplo, antes de ver su cuenta de red social, consultar su correo electrónico o la página web del grupo-clase de su colegio, etc). Conectarse solamente una vez al día y durante un tiempo limitado (por ejemplo, una hora al día, mucho mejor que dedicarle siete horas seguidas en un domingo). Poco a poco puede eliminar los pensamientos referidos a la red cuando no está conectado a ella, y si cumple con ese horario, puede darle sensación de que está mejorando su autocontrol y motivarle. A la vez que cumple con este horario, debe realizar actividades que no tengan relación con las TIC, como algunas de las alternativas para el ocio y el tiempo libre que planteamos en una de las actividades para el grupo-clase. Nunca debe conectarse por la noche, para evitar quitarle horas de sueño. El sujeto poco a poco puede ganar confianza en sí mismo y en su capacidad de autocontrol ante las diversas situaciones cotidianas. Las personas que, al principio, deben estar presentes para controlarlo, deben ser personas de confianza, como miembros de la familia. Para que lo haga sólo, es algo que debe intentarse sólo cuando se ha ensayado esta situación repetidas veces con otras personas y el sujeto se encuentra seguro de sí mismo. Sólo cuando se ha llegado a esta fase decrece la intranquilidad subjetiva y el sujeto adquiere confianza en su capacidad de autocontrol ante las diversas situaciones cotidianas, y así el riesgo de recaída es menor.

El sujeto adicto poco a poco habrá evolucionado su conducta, y debe mantener esos cambios en su personalidad, su nuevo “estilo de vida” más seguro. El hecho de haber ganado autocontrol cuando se le expone a las señales de peligro, que sabe responder de forma adecuada ante esos estímulos y comprueba que se han extinguido los deseos de la conducta adictiva, conlleva a que su autoestima y expectativa de autoeficacia aumente, previniendo las recaídas.

A pesar de todo esto, debemos tener en cuenta que el sujeto puede sufrir alguna recaída. Tenemos que identificar las situaciones de riesgo que pueden influir en esa recaída, como las que hemos descrito en el marco teórico en cuanto a características y situaciones personales que pueden conllevar a que el sujeto se “enganche” a la red. Debemos enseñarle a saber responder a esto, por ejemplo, que realice alguna otra actividad que pueda distraerle y hacerle olvidar de su necesidad de volver a “engancharse”. Por ejemplo, ir al cine, salir a correr un rato, quedar con algún amigo para tomar un café, etc. La cuestión es intentar introducir algún cambio en su estilo de vida para prevenir que sufra recaídas. De hecho, pediremos una serie de responsabilidades diarias relacionadas con aspectos como el estudio, el tiempo libre, el aseo, etc, de forma que poco a poco estas actividades vayan formando parte de su vida diaria y pueda disfrutar de ellas y no pensar tanto en la idea de conectarse para sentirse bien. Asimismo, también conveniente actuar sobre los mecanismos de autoengaño: “Por una vez que me pase de tiempo no me va a pasar nada”.

El sujeto puede experimentar en ocasiones un fuerte deseo de comenzar de nuevo con las pautas adictivas, que pueden aparecer de repente en una situación determinadas (por ejemplo, al estar en una sala de ordenadores) o ante ciertos estímulos internos (cuando se encuentra aburrido o enfadado o cuando le viene a la mente algunos recuerdos agradables experimentados anteriormente con la conducta adictiva). Para esto, podemos intentar que reaccione haciendo alguna actividad como ir al cine, visitar a un amigo-a, pensar en algo diferente a la vez que agradable, hacer un trabajo manual, hacer ejercicio físico, etc; es decir, aplicar “técnicas de distracción cognitiva”, y mañana más tranquilo meditarlo. No podemos “tirar por la borda” todo el trabajo realizado.

Si existen problemas específicos (ej: estrés, problemas familiares), incluir una intervención dirigida a ello. Ya anteriormente hemos comentado que puede haber algunas causas que provoquen que las personas realicen un uso problemático de estos recursos. El sujeto puede tener problemas familiares, sociales, presentar un estado depresivo o trastorno afectivo, entre otras causas, que provoquen que se “refugien” en las TIC, al igual que existen otras adicciones causantes del uso problemático de las TIC, como es el caso de la adicción al sexo. Debemos diagnosticar estas causas, con ayuda de las familias y de su entorno más próximo, e intervenir sobre ello.

Tenemos que motivar al sujeto para que acuda a entrevistas periódicas con el terapeuta. Es importante que en todo momento se intente construir un ambiente de confianza y relajado, de manera que el sujeto no tenga necesidad de “mentir” o de negar lo que le sucede, o de intentar quedar como alguien “aceptable”. Si el sujeto miente, se engaña a sí mismo, no a los terapeutas.

Podríamos elaborar un diario con los avances que ha tenido a medida que ha ido avanzando desde que comenzó la terapia. Al analizar los avances, ayudará al sujeto a ver las ventajas de seguir por ese buen camino e influirá en su motivación, favoreciendo la prevención de recaídas.

Finalmente, firmaremos un contrato de compromiso de implicación en el proceso, tanto con el sujeto como con las familias.

Como ya he dicho, si queréis el proyecto entero, podeis escribirme un correo electrónico solicitándomelo, a anonimato_166@hotmail.com. Lo único que pido es que, si es utilizado, al menos que sea citado, por respeto a la asociación a la cual desarrollé este proyecto. Muchas gracias.

1 comentario: