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sábado, 22 de diciembre de 2012

¿Qué nos pasa con la Universidad?

Muchas personas tienen cada vez una imagen más empobrecida de lo que representa la universidad para la sociedad. Es algo que no viene de ahora, puesto que siempre ha recibido algunas críticas a lo largo de su historia.

Hay personas que consideran que la formación que se les da en la universidad es demasiado teórica y poco adaptada a las necesidades de la sociedad, e incluso que no saben enseñar bien. Ciertamente, lo primero es algo muy cierto. Como todo en esta vida, siempre hay excepciones, y es injusto generalizar. Hay profesores-as que plantean metodologías que permiten que su alumnado lleve a la práctica lo que se esté trabajando en el aula y aprendan de forma significativa. Otros, se limitan a dar una clase magistral e incluso, ¡a dictar! Tengamos en cuenta que al profesorado universitario no se le exige una formación pedagógica como al profesorado de Educación Secundaria y enseñanzas post-obligatorias. Muchos se limitan a trabajar como lo hicieron sus anteriores profesores de universidad, ya que es su principal referencia. Sea por miedo a cometer errores, sea por comodidad, sea por ignorancia, puede haber muchas respuestas. Luego, muchos no saben como plantear tareas que sean útiles para que el alumnado sea capaz de llevar a la práctica los aprendizajes en la sociedad. Necesitan más asesoramiento. Y luego, una realidad que se ve en muchos docentes: No han tenido experiencia en otro sitio que no sea la universidad. Algunos han estudiado allí siempre y se quedaron haciendo la Tesis Doctoral, y con fortuna han sido ayudantes o han recibido una beca FPU, y luego cuando ha salido una plaza la han cogido gracias a los méritos ganados. De este tema hablaremos más adelante, pero la cuestión es que hay docentes que no sabrían cómo enfocar sus aprendizajes a la sociedad ni al mundo laboral.

De esta última frase salen algunos otros puntos por los que algunos se quejan: La universidad está desconectada del mundo laboral. Hay muchas teorías sobre esto. Una de ellas, emitida por un rector de una universidad a la que no voy a nombrar, es que la universidad es la institución donde se investiga y analiza todo el conocimiento científico que rodea a una rama concreta, y que en ningún momento debe ser una escuela superior de formación profesional. Muchos, cuando nos matriculamos en la universidad, pensamos que iba a ser así. El hecho de señalar a la universidad como "desconectada" de la realidad resulta incluso un tanto paradójico, ya que una de las principales funciones de la universidad es la de investigar y ampliar el conocimiento científico, el cual nunca es verdadero y está en continua reconstrucción. Y luego están las teorías ideológicas que insisten que, al igual que la enseñanza escolar, la universidad no debe estar al servicio del mercado porque sería retroceder a la sociedad industrial donde se creaba mano de obra y trabajadores que sabían hacer lo mismo y actuaban de la misma manera, y el que no pues era excluido. La universidad crea personas que analicen la sociedad e intenten ser lo máximo creativos posible partiendo de sus conocimientos para cambiar la sociedad. Esa es otra teoría, solamente. Lo que sí que es cierto es que sería difícil adaptarse a las necesidades del mercado porque éste, al igual que la sociedad, está en continua evolución. Tal vez es más necesario aportar herramientas que le permitan al alumnado saber reaccionar ante esos continuos cambios y adaptarse a ellos e incluso proponer otros cambios.

Ahora vamos a hablar de la selección del profesorado universitario. Uno de los estereotipos que siempre ha tenido la universidad es la de ser una de las instituciones públicas donde más enchufismo hay. Se dice que las plazas se las reparten entre los familiares, entre sus doctorandos y ayudantes, entre colegas...y que por ello aquel que venga de fuera lo tiene difícil porque prácticamente ya saben a quién va a darle la plaza. Pero, como os he dicho, son solamente estereotipos. No niego que haya habido algún caso, o incluso sospechas por el hecho de encontrarnos a muchos familiares y "parejitas" dentro de la misma facultad. Y ojo, no quiero pecar de inocencia, simplemente no me gusta fiarme de estereotipos ni acusar sin pruebas. Pero eso, critican que hay profesionales que pueden haberse perdido por los enchufismos.

Finalmente, se critica mucho que se realizan investigaciones que aporten poco a la sociedad. Precisamente en educación se critica demasiado. En el caso de España (no tengo referencias de otros países), la investigación educativa está muy desconectada de la política educativa. No sé quiénes son los que asesoran a los políticos, pero está claro que son siempre gente afines a su ideología. Nada más hay que ver la última normativa que desea lanzar el actual gobierno. Y la cuestión es que recoge modelos anticuados, y no adaptan algunas metodologías que en algunos centros se llevan como "prácticas puntuales", o que se llevan a cabo en otros países. Finlandia es considerado el mejor país para ser educado, y se escribe mucho sobre lo que se hace, pero no se intenta adaptar a nuestro contexto ninguna de sus prácticas habituales. Parece que vamos un paso para atrás, e intentamos, sin embargo, adaptar de otros países como Alemania. La reforma del actual gobierno tiene muchas similitudes con el sistema educativo alemán, que segrega al alumnado diviéndoles en itinerarios a temprana edad, y los principios de la educación inclusiva están muy cuestionados (al menos eso parece, ya que un porcentaje muy alto del alumnado de educación especial se escolariza en centros específicos de educación especial y no en los centros ordinarios). Bueno, el caso es que, en vista de que la enseñanza en España evoluciona poco, y que se considera a la LOGSE, alabada por muchos teorizadores de la universidad, como un auténtico fracaso, hacen pensar que la universidad, con respecto a la investigación en educación (el ejemplo que he puesto), poco está haciendo, y que se investiga mucho y cosas que aportan poco significativamente para mejorar la educación en España pero sí para publicar y ganar méritos (ojo, se les exige actualizar méritos y también para poder ascender de categoría en la jerarquizada universidad). Se considera que lo que se investiga, poco ayuda para mejorar los resultados de los informes PISA, el abandono escolar prematuro y el fracaso escolar de nuestro país. Ojo, esto es lo que dicen muchos, yo creo que lo que se investiga es interesante pero el problema es que no se transfiere bien a la sociedad y se queda muchas veces en el papel, y encima en revistas que solamente leen "cuatro gatos". Se puede entender que una tesis doctoral tenga poca trascendencia, ya que es una actividad formativa, y el alumnado a veces recibe pocas orientaciones y no tiene suficientes recursos (salvo que reciba una beca FPU, pero es muy difícil su concesión) y es normal cometer errores metodológicos. Pero se habla más de las que se hacen una vez dentro de la universidad como personal docente e investigador.
Bueno, son algunas reflexiones, porque la verdad me tiene preocupado, y eso que yo actualmente no estoy vinculado a la universidad.

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